“Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Ya lo decían Don Hilarión y Don Sebastián en la inmortal zarzuela ‘La verbena de la paloma’ hace casi 130 años, y parece mentira que dicha afirmación sea hoy más aplicable que nunca. Incluso en el mundo del automóvil, pues los coches de la actualidad son poco más que dispositivos electrónicos con ruedas.
Saltemos desde el pasado hacia el futuro para describir, de la manera más breve y sencilla, 5 tecnologías que van a cambiar nuestra manera de conducir -o de relacionarnos con nuestro automóvil-.
1. Coche Autónomo
Los vehículos autónomos son, posiblemente, la punta de lanza de la revolución tecnológica del automóvil. Compañías como Google (a través de Waymo), General Motors (mediante la subsidiaria Cruise), Uber y Tesla, por solo poner algunos ejemplos. están desarrollando vehículos capaces de conducirse sin la intervención humana.
El desarrollo de la circulación autónoma tiene como objetivos reducir la cantidad de accidentes, facilitar el transporte por carretera, optimizar el tráfico rodado y, quizás como valor añadido, permitirnos aprovechar el tiempo que pasamos en el coche para trabajar o relajarnos. Sin embargo, aunque las tecnologías de conducción autónoma están mejorando sus capacidades a pasos agigantados -y de hecho, se admite la circulación de vehículos autónomos en Alemania y el Estado de California (bajo estricta regulación, por supuesto)- aún queda mucho trabajo por hacer, no solo en cuanto a los propios vehículos sino, sobre todo, a las vías por las que circulan.
2. Comunicación Vehículo a Vehículo (V2V)
Directamente relacionada con la conducción autónoma, la comunicación V2V (‘vehicle to vehicle’) permite que los automóviles que circulan por la vía compartan información en tiempo real sobre su posición, velocidad y dirección. De esta manera, sumando los avisos recibidos de distintas centrales de gestión del tráfico, podrán advertirse mutuamente sobre peligros potenciales, como accidentes, desvíos, u obras, además de condiciones climáticas adversas, para así dar aviso al conductor con antelación suficiente.
Como es obvio, dicha tecnología tiene el potencial de reducir drásticamente los atascos de tráfico y, en especial, los accidentes en carretera.
3. Asistentes de conducción avanzados (ADAS)
Los así llamados ADAS (‘Advanced Driver Assistance Systems’, en español 'Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor’) son ya una realidad, y cumplen con la tarea de ayudar a los conductores para mantenerse alerta y evitar situaciones peligrosas. Entre los ADAS más habituales podemos citar la detección de obstáculos con aviso al conductor y frenada automática, el control de crucero adaptativo, la asistencia de mantenimiento de carril y la detección de puntos ciegos, la vigilancia de tráfico trasero y la alerta de tráfico cruzado.
Algunos de estos sistemas, como la detección de la fatiga del conductor, el control de la presión de los neumáticos y la llamada de emergencia, han pasado de ser habituales a directamente obligatorios; pero otros permanecen reservados a automóviles de gama media-alta, o bien se ofrecen como opción.
4. Realidad Aumentada
La realidad aumentada que se proyecta sobre el parabrisas es una tecnología -cada vez más común en automóviles ‘premium’- que superpone información útil directamente en el campo de visión del conductor; o bien, de manera menos preferible, se superpone a las imágenes captadas por la cámara frontal del vehículo y que se muestran en la pantalla central. Los gráficos de realidad aumentada pueden incluir indicaciones de navegación, datos relacionados con la circulación (velocidad actual del vehículo, señales de tráfico vigentes) y alertas de tráfico en tiempo real.
Esta tecnología, a la que podríamos incluir en el “lote” de los ADAS, aporta mayor seguridad a la conducción permitiéndonos acceder a información crítica o importante sin que tengamos que apartar la vista de la carretera.
5. Coche Eléctrico
Ya sé que se veía venir, pero no podemos cerrar esta lista sin hacer referencia al automóvil eléctrico. La realidad es que los coches eléctricos están ganando terreno rápidamente -quizás no tanto en España, como bien sabemos-, y todo apunta a que han llegado para quedarse. A medida que la infraestructura de carga eléctrica se expande y las baterías se vuelven más eficientes, los vehículos eléctricos se están convirtiendo en una alternativa viable a los vehículos de combustión interna, aunque su elevado precio y las complicaciones que acarrea su “experiencia de propiedad”, están ralentizando su expansión.
Sea como fuere, los coches eléctricos están cambiando nuestra forma de usarlos a diario, planear nuestros viajes -porque se puede viajar con un eléctrico, ¿verdad?-, e incluso conducirlos (en este último apartado, invitándonos a practicar una conducción eficiente pese a la enorme reserva de potencia que suelen atesorar).
España no está preparada para esos coches eléctricos , ni sus carreteras tampoco , nos han impuesto unos coches sin sitios para recargar , esto es imposible de imponer , y esta ley de contaminación , donde están los parking vigilados para dejar nuestros vehículos para entrar a estas ciudades que ponen luyes con calzador , cuando no se puede y es imposible , no se puede y punto , donde está el dinero para comprar esos vehículos, cuando el pueblo no tiene ni para comer . Ir jugando y haciendo el bastardo que luego llorareis .