Probamos el Porsche 911 Turbo S Cabrio con 650 CV a fondo en Andorra. Un supercoche descapotable con 4 plazas que acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y anuncia una punta de 330 km/h. Cuesta casi 300.000 euros y en prestaciones puras rivaliza de tú a tú con coches que sobre el papel están por encima en potencia y precio como Ferrari 812 Superfast y McLaren 720 S Spider.
Desde hace más de 45 años el 911 Turbo ha sido el modelo más deseado, lujoso y prestacional de Porsche. Generación tras generación ha ido superando lo que parecía insuperable. En este vídeo te contamos la historia del Porsche 911 Turbo.
La generación 992 se presentó a finales de 2018 y en este 2020 es cuando ha visto la luz la versión 992 Turbo. No probamos un Turbo cualquiera, probamos el 992 Turbo S Cabriolet, el Porsche más caro de la gama actual.
El precio del Porsche 911 Turbo S Cabrio en España es de 265.439 euros. Esta unidad no viene muy cargada de extras con lo que el precio final se queda en apenas 278.607 euros. Recuerdo cuando salió el Turbo S Cabrio que hice varias configuraciones a mi gusto y no bajaban de 310.000 euros.
Si encuentras que es una cifra algo desorbitada, pero sigues interesado en un Porsche 911 no dudes en echar un vistazo a los casi 700 Porsche 911 de segunda mano que ahora mismo hay anunciados en coches.net.
Grandes cambios por fuera
El 911 Turbo de la serie 992 es más grande que nunca. Mide 4,53 metros de largo, 1,9 metros de ancho y 1,3 metros de alto. La distancia entre ejes es de 2,45 metros y para la aguja de la báscula en 1,7 toneladas.
Son numerosos los detalles que lo distinguen de un 992 convencional. Es todavía más ancho y musculoso. El frontal se distingue con tomas de aire de mayor formato, así como por un lip frontal que podemos desplegar para incrementar la carga aerodinámica.
Sobre las aletas posteriores, entre las ruedas traseras y las puertas cuenta con una entrada de aire. Una solución que introdujo el primer 911 Turbo S, el de la serie 964 conocido como Turbo S Leichtbau en 1992.
La pintura blanco estándar es un extra a coste cero. Las llantas son las Turbo S de serie con 20” delante y 21”. Destacan por la fijación monotuerca como en un coche de competición y no con 5 tornillos como en la gran mayoría de coches. Calzan neumáticos Goodyear Eagle F1.
El alerón de gran formato que hay en la trasera podemos levantarlo y bajarlo a placer. Milagros de la aerodinámica activa. Precisamente bajo el alerón encontramos las letras Porsche en color negro, un extra que le sienta genial. Lo que a mi me costaría más es lo de quitar la designación del modelo. Esta unidad no lleva la leyenda 911 Turbo S, y yo lo echo en falta la verdad. Los escapes ovalados de gran formato son otro opcional más.
Calidad y gran confort a bordo
El habitáculo es amplio y cómodo. Claro que no es un Bentley Continental GT, pero para ser un supercoche el espacio interior es muy bueno. La tapicera de cuero negro es de serie, como las inserciones en carbono y el equipo de audio Bose. Además, las plazas delanteras destacan por los asientos regulables en 18 posiciones de serie.
Las plazas traseras son algo más justas, sólo aptas para adultos de hasta 1,6 metros de estatura. Eso sí, los más pequeños de la casa estarán encantados. Con respecto a la carrocería coupe, el respaldo de los asientos traseros es más vertical y el espacio libre es más reducido.
El maletero anuncia 128 litros. Un par de trolley de cabina, una mochila y unas chaquetas caben sin problemas. La pega del Cabrio con respecto al Coupe es que no puedes aprovechar el hueco que hay entre los asientos traseros y la luneta posterior, justo en el hueco que queda libre encima del compartimiento que esconde motor.
Ahora bien, para contar con un segundo espacio de carga tendremos que prescindir de las plazas traseras, abatiendo los respaldos posteriores, así hasta la altura del paravientos que podemos accionar de forma automática, conseguimos 163 litros de carga adicionales.
Nave espacial de otro planeta
Declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, un 0 a 200 km/h en 9,3 segundos y una velocidad punta de 330 km/h. Pero la realidad parece todavía superior. Si me dicen que acelera de 0 a 100 km/h en 2,5 o 2,6 segundos me lo creo. De hecho, estoy seguro que lo hace en ese tiempo. Es de otro planeta. Con Launch Control ofrece una salida desde parado increíble.
El registro que más me he dejado perplejo es la recuperación de 80 a 120 km/h, un ejercicio que cubre en tan solo 1,7 segundos. Cuando haces ese ejercicio en autopista es auténticamente demencial. Nunca había visto nada igual. Pero es que incluso el sonido del motor acompaña. Es agradable e incluso más fuerte de lo que esperaba, una pasada para tratarse de un motor turbo. Merece la pena invertir los 3.516 euros que cuesta el escape deportivo.
Las sensaciones son atómicas. Da la sensación de que es más rápido que otros supercoches que declaran más caballos. Y lo mejor de todo es que lo hace todo fácil. Es súper efectivo, siempre dispones de una enorme capacidad de tracción de la mano de su sistema de tracción integral.
El flatsix biturbo del Turbo S es de 3,8 litros (3.745 c.c. para ser exactos) y no de 3 litros como en los Carrera y Carrera 4. Declara 650 CV a 6.750 rpm y 800 Nm de 2.500 a 4.000 rpm. Una mecánica que es capaz de alcanzar un régimen máximo de giro de 7.200 rpm, un registro elevado para ser turbo.
Encima brinda una agilidad espectacular. Es una pasada lo bien que entra en curva. El tren delantero es una gozada, con un tacto de dirección ultra directo. Además, el eje trasero direccional ayuda a inscribir todavía mejor el coche dentro del viraje.
Las suspensiones Porsche Active Suspension Management que rebajan la altura de la carrocería en 10 milímetros (1.697 euros) ofrecen un alto nivel de firmeza. Consiguen una estabilidad casi de coche carreras, pero al mismo tiempo filtran las irregularidades del firme. El conjunto de chasis es de 12 sobre 10.
Hay coches de altísimas prestaciones que parece que los hayan configurado única y exclusivamente para disfrutarlos en circuito, el 911 Turbo S lo puedes disfrutar en el mundo real, en cualquier carretera, incluso cuando el asfalto no es perfecto.
La guinda del pastel la pone el conjunto de frenos carbono cerámico PCCB de serie en el Turbo S. Delante los discos miden 420 milímetros y detrás 390 mm. Las pinzas delanteras son de diez pistones, mientras que las traseras de 4. Un conjunto que una y otra vez sigue siempre ofreciendo el mismo rendimiento. Incluso cuando aplicas un ritmo fuerte continuado.
En resumidas cuentas
El Porsche 911 Turbo S de la serie 992 es posiblemente el coche definitivo. Una nave espacial que acelera como ningún otro coche desde parado. Que brilla en cualquier situación con un chasis casi de circuito, pero al mismo tiempo efectivo en el mundo real. La gran duda aquí es: ¿Cabriolet o Coupé? Ya puestos yo me lo quedaría descapotable, para disfrutar de una experiencia de conducción todavía más plena.
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Todo bien, pero la puta bandera sobra