El nuevo Renault Scenic tiene dos cosas en común con el actual Renault Megane: al igual que aquel, ahora es un coche 100% eléctrico; y al igual que en aquel… su nombre ha perdido la tilde. Como podéis imaginar, la relación entre ambos modelos va mucho más allá; pero sobre todo, existen importantes diferencias. De todo ello os vamos a hablar en este vídeo, grabado en la provincia andaluza de Málaga con motivo de la presentación dinámica internacional del nuevo Renault Scenic:
Nacido en 1996 como Mégane Scénic, este automóvil surgió como una variante más espaciosa y familiar del modelo compacto, construida sobre su misma base. Después de completar cuatro generaciones -en las que dejó atrás la etiqueta Mégane, lanzó al mercado una versión RX4 con tracción total y una carrocería Grand Scénic con hasta 7 plazas- el monovolumen francés nos dijo adiós hace un par de años, en plena decadencia de su especie y en pleno ascenso de los SUV.
Exterior del Renault Scenic 2024
Por ese motivo, no es que sorprenda mucho que el nuevo Scenic se parezca más a un SUV que a un monovolumen. Dada su mezcla de conceptos, podemos calificarlo como crossover; un crossover, que pese a haberse transformado y electrificado por completo, vuelve a tomar como punto de partida al Megane E-Tech con el que, además de su apellido, comparte la plataforma para eléctricos AmpR Medium (anteriormente conocida como CMF-EV).
Sus dimensiones lo encuadran en el segmento C: mide 4,47 metros de largo, con una distancia entre ejes de 2,79 metros; tiene 1,86 m de anchura y 1,57 de altura. Por lo tanto podríamos citar como competidores de tamaño similar a los generalistas BYD Atto 3 y Kia e-Niro, y a los premium BMW iX1 y Volvo XC40 (que, por cierto, acaba de cambiar su nombre a EX40). ¿Y si comparamos al Scenic con el Megane del que deriva? Pues se trata de un automóvil que es 27 centímetros más largo, con 10 cm más de batalla, 9 cm más ancho y casi 7 cm más alto.
El Scenic sigue la nueva línea estética de Renault que nos dejó intuir el reestilizado Clio y exhibió al completo -sin que su diseñador jefe Gilles Vidal escondiese del todo su pasado en otra marca francesa- el Renault Rafale. Al igual que aquel, este nuevo crossover presenta una carrocería plagada de líneas rectas y ángulos marcados.
Esta aspereza de formas contrasta con la suavidad de la sección superior de las puertas -que incluyen tiradores enrasados- y la perfecta curvatura de los pasos de rueda; ruedas que, a propósito, pueden llevar llanta de 19 ó 20 pulgadas en función del nivel de equipamiento. Al hilo de esto último, el nuevo Scenic es el primer eléctrico de la casa que ofrece la línea Esprit Alpine, de estilo deportivo.
Interior y maletero del Renault Scenic E-Tech
Hemos comprobado que los nuevos Scenic y Megane son bien distintos por fuera; pero si hay un lugar donde queda patente el paralelismo entre ambos modelos es el puesto de conducción, y más concretamente el salpicadero, que es muy muy parecido, si no directamente idéntico. Aquí encontramos el mismo, enorme y algo extraño volante que permite consultar a su través la misma instrumentación digital de 12,3”; y a su lado se ubica la misma pantalla táctil de 12” en disposición vertical y orientada al conductor.
El estupendo sistema de infoentretenimiento openR Link está basado en Android Automotive -buena decisión si me preguntáis- y ofrece numerosas aplicaciones nativas de Google junto con otras desarrolladas por Renault y por terceros. El sistema es compatible no solo con Android Auto sino también con Apple CarPlay, en ambos casos sin cable.
Un elemento que no habíamos visto en el Megane sino en el Rafale es el techo panorámico Solarbay. Sus láminas activas de cristal líquido, divididas en nueve segmentos, permiten oscurecer o aclarar el vidrio a voluntad; y con ello, definir distintos grados de opacidad para cada una de sus secciones. Un detalle de cierto lujo que redondea la buena impresión de calidad que transmite el Scenic; de lo mejorcito que hemos visto en Renault.
La segunda fila de asientos se beneficia de la mayor batalla, altura y anchura del vehículo en comparación con el Megane. Sus ocupantes disfrutarán por tanto de una mayor sensación de desahogo y de una mejor visibilidad en todas direcciones. Por desgracia, la banqueta es fija como también lo es la inclinación del respaldo.
La consola central dispone de salidas de aireación y puertos USB, pero el gran protagonista es otro elemento recibido del Rafale: el reposabrazos central modular que, además de ofrecer portabebidas y un pequeño espacio de almacenaje, permite anclar y cargar nuestros dispositivos móviles para amenizar nuestros desplazamientos en familia.
El portón trasero descubre una boca de carga amplia y rectangular que tiene como inconveniente lo alto que está su umbral. El maletero es claramente más amplio que el del Mégane: 440 litros según el estándar VDA; el espacio bajo la bandeja es muy profundo, tiene formas aprovechables y cuenta con ganchos y argollas para organizar la carga. También ofrece un doble fondo de 36 litros donde guardar los cables aunque no hay sitio para rueda de repuesto.
Motores y baterías del Renault Scenic Eléctrico
Pasemos a cubrir un apartado que es fundamental en todo vehículo eléctrico: el de la batería. Aquí, el Renault Scenic E-Tech permite elegir entre dos opciones diferenciadas: la así llamada “autonomía confort” de 60 kWh de capacidad, y su alternativa de “gran autonomía” con 87 kWh.
Estas baterías, de origen LG, emplean cátodos de Níquel-Manganeso-Cobalto; están refrigeradas por líquido, traen bomba de calor y admiten 7 kW de potencia de carga con corriente alterna (22 kW como opción). La batería de menor capacidad acepta hasta 130 kW con corriente continua, que serán 150 kW en el modelo superior; y si la primera homologa en ciclo mixto una autonomía de 430 km, la segunda permite recorrer unos muy respetables 625 km.
Hay que tener en cuenta que la batería de 60 kWh se asocia a un motor de 125 kW de potencia (es decir, 170 CV), mientras que la de 87 kWh se acompaña de un propulsor de 160 kW (218 CV). En ambos casos se trata de motores eléctricos síncronos con rotor bobinado, sin imanes.
Renault ha llevado a esta presentación internacional la versión más potente del Scenic -que es al mismo tiempo la más potente que ofrece el Megane- con el mencionado motor de 160 kW; aunque aquí se acompaña de una batería de mayor capacidad que en el compacto: los también mencionados 87 kWh.
Este motor delantero de 218 CV marca sobre el papel una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos, que es un valor bastante bueno para un automóvil familiar. Y desde luego, agilidad no le falta a este coche, gracias sobre todo a la rápida respuesta al acelerador; tan rápida que, es fácil provocar pérdidas de tracción en el eje delantero -cosa que debería resolver mejor la electrónica del control de estabilidad-. Pero, si este motor me parece destacable por su aceleración, lo es un poco menos cuando se trata de recuperar velocidad. De todas maneras, su par de 300 Nm basta y sobra para el uso familiar al que va destinado el Scenic.
El consumo medio homologado para esta combinación de motor y batería se sitúa en 17,2 kWh/100 km, valor más que interesante para un coche con carrocería crossover y un peso de 1.890 kg. Algo que puede ayudar a reducir consumos -o cuando menos, adecuar la conducción del vehículo a vuestro estilo- es el selector de recuperación de energía que podemos controlar con las levas del volante y nos da a elegir entre cuatro niveles de intensidad.
Por otra parte, el Scenic ofrece tres modos de conducción (llamados del más suave al más “directo”, Eco, Confort y Sport) además de otro programa personalizable, que afectan al dinamismo del vehículo; en concreto, a la respuesta del pedal del acelerador -donde se nota mucha diferencia- y a la fuerza de la dirección -donde se nota muy poca diferencia-, pero no a la firmeza de las suspensiones, ya que no dispone de amortiguación regulable.
Aunque la suspensión carece de ajustes, el Scenic viene bien preparado y monta de serie un eje posterior multibrazo. El problema está en que el peso del vehículo se acerca peligrosamente a las dos toneladas. ¿Y cuál ha sido la receta empleada? Pues ponerle unas suspensiones tirando a duras.
Tirando a duras pero no duras como una tabla; estad tranquilos por eso. Es cierto que podrían filtrar un poco mejor las rugosidades del asfalto -algo a lo que seguro contribuyen las grandes llantas de 20” que monta esta unidad- aunque no me han parecido tan sensibles como las del Megane al inicio de su recorrido. A cambio sujetan fenomenalmente bien el vehículo en conducción alegre; pero, teniendo en cuenta la orientación familiar del Scenic, algunos preferirían que la balanza se hubiese decantado hacia el confort.
Algo parecido sucede con la dirección, que está tan poco desmultiplicada como en el Megane -es decir, que es igual de rápida- y en consecuencia aporta sensación de agilidad y maniobrabilidad. Más aún si tenemos en cuenta que este coche tiene un diámetro de giro de solo 10,9 metros.
Todo lo dicho convierte al Scenic en un vehículo particularmente adaptado a la conducción urbana y por carreteras secundarias; y sin embargo, lo bastante cómodo para convertirse en coche único de la familia -salvando, por supuesto, las complicaciones que implica conducir un eléctrico en España-. Un coche que destaca no solo por su calidad de rodadura sino también por el buen aislamiento acústico de su habitáculo.
Precios del nuevo Renault Scenic 2024
El Renault Scenic E-Tech ya está a la venta en España con las citadas dos combinaciones de motor y batería y con cuatro niveles de equipamiento y acabado. La marca ya admite pedidos y las primeras entregas a clientes se producirán en el mes de junio como muy tarde-. Este es su listado de precios antes de aplicar las ayudas del plan Moves III (que están disponibles para todas las versiones):
Renault Scenic E-Tech Evolution 125 kW / 60 kWh 38.703 €
Renault Scenic E-Tech Techno 125 kW / 60 kWh 41.613 €
Renault Scenic E-Tech Techno 160 kW / 87 kWh: 45.495 €
Renault Scenic E-Tech Esprit Alpine 160 kW / 87 kWh 48.015 €
Renault Scenic E-Tech Iconic 160 kW / 87 kWh 49.373 €
Me parece que Renault en estos momentos tiene una nueva gama fantástica. Sus diseños son francamente muy acertados tanto en el Megane eléctrico, Rafale E-Tech, Austral, Espace E-Tech y este logrado Scenic, que me encanta. Por cierto, Juan Carlos narrando bajo la lluvia y en Andalucía.