Ford ha desvelado el nuevo -y espectacular- Ford Mustang GTD, edición limitada de su icónico deportivo basada en el Mustang GT3 de carreras que participará en la próxima edición las 24 horas de Le Mans. Esta versión de altas prestaciones tendrá homologación para el uso en carretera y saldrá a la venta a finales de 2024.
Carrocería, chasis y motor del Ford Mustang GTD
Desarrollado por Ford Performance en colaboración con Multimatic (compañía con la que la casa norteamericana ha creado asimismo los Mustang GT3 y GT4 de competición), el Ford Mustang GTD se caracteriza por su carrocería de carbono y su llamativo alerón trasero.
Este coche de carreras preparado para “salir a la calle” incorpora aerodinámica activa, control de tracción variable, suspensión semiactiva, frenos carbocerámicos y, cómo no, su correspondiente motor V8, en este caso con sobrealimentación, una cilindrada de 5.2 litros y alrededor de 800 CV de potencia. Con todo ello, esta edición de altos vuelos pretende convertirse en el Mustang homologado para carretera más veloz de la historia.
Interior del Ford Mustang GTD
Para el interior, del que todavía no tenemos imágenes, sus creadores han destinado unos asientos delanteros de tipo bucket firmados por Recaro, han retirado la banqueta posterior -que tampoco sirve de tanto en un Ford Mustang, a decir verdad- y prometen emplear materiales de primera calidad, con palancas de titanio, distintos elementos en fibra de carbona y revestimientos interiores de cuero y ante.
La marca ofrecerá paquetes de equipamiento opcionales y diferentes combinaciones de colores para el habitáculo; además, permitirá que los clientes elijan a su gusto el color de pintura para la carrocería.
¿Qué precio tiene el Ford Mustang GTD?
Como os dije al principio, el Ford Mustang GTD será un automóvil de edición limitada cuya fecha de lanzamiento llegará a finales del año que viene o, como muy tarde -según avisa la marca- a principios de 2025. Los responsables de Ford nos adelantan que su precio partirá alrededor de los 300.000 dólares en Estados Unidos; lo que en Europa va a suponer unos 275.000 euros… antes de aplicar impuestos y de sumarle una previsiblemente poco asequible personalización.
nunca son demasiados caballos