Para que nos entendamos: el Ford Puma ST es al Puma lo que el Fiesta ST al Fiesta. Al igual que lo hizo en su momento el utilitario -aquí nuestra comparativa en vídeo entre Ford Fiesta ST y Volkswagen Polo GTI- el SUV de la marca estadounidense monta un motor de 200 CV con cambio manual, un chasis a la altura de las circunstancias. Por fin hemos podido conducir el Ford Puma ST con motivo de su presentación dinámica, y os lo presentamos en este vídeo:
Podemos considerar al Ford Puma ST como la variante crossover del Fiesta ST. Por tanto, se encuadra en el segmento B aunque alcance los 4,23 metros de longitud; y llega a un rincón del mercado donde prácticamente carece de rivales directos. Lo más parecido por potencia, tamaño y nivel de precio sería el Volkswagen T-Roc TSI de 190 CV -aquí nuestra comparativa entre el Volkswagen T-Roc y el Kia XCeed-; pero mientras el alemán equipa tracción total y cambio automático, el Puma es un vehículo de tracción delantera con cambio manual.
Un SUV ¿deportivo?
El motor del Puma ST es en muy similar al que monta su primo, el Fiesta. Se trata de un gasolina 1.5 EcoBoost turboalimentado que entrega 200 CV de potencia a 6.000 revoluciones por minuto. Sí que cambia el par máximo, que en el Fiesta es de 290 Nm y aquí sube a 320 Nm, pero más “arriba”, entre 2.500 y 3.500 vueltas. Por cierto, y para quienes no lo sepáis: este propulsor cuenta con tecnología de desconexión automática de cilindro (en singular) porque es un motor de 3 cilindros en línea.
¿Significa eso que este motor “va” menos fino que un cuatro cilindros? Pues hasta cierto punto sí, porque vibra algo más y no suena tan bonito; aunque para ayudar en esto último está el sistema de escape variable que extrae una tonalidad ronca y sugerente… aunque no suena tan fuerte como el Fiesta ST. ¿Y el hecho de que solo tenga 3 cilindros, supone que se quedará corto en prestaciones? Bueno, si poder acelerar de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h os parece poco…
A la hora de la verdad, este tricilíndrico turboalimentado “anda como un tiro”, y además encaja bien con el tamaño y peso del coche. Acelera con bastante alegría; y aunque le falta la estirada de un cuatro cilindros (más aún si lo comparásemos con un motor atmosférico) compensa esa carencia con un medio régimen muy poderoso y una respuesta contundente al acelerador. Además, el hecho de contar con un 50% más de cilindrada que el resto de la gama EcoBoost, le permite mitigar la gran carencia de los motores de sólo un litro, que es la recuperación a bajas vueltas. Este 1.5 turbo despierta desde más abajo, y no obliga como los motores más pequeños a jugar tanto con el cambio. Y ya que hablamos del cambio: la transmisión manual hará felices a los más quemadillos. Es básicamente la misma caja de 6 marchas que monta el Fiesta ST, aunque en el Puma, la relación final es un poco más corta para compensar la diferencia de peso del vehículo.
El chasis del Puma ST presenta una serie de modificaciones que potencian el dinamismo del vehículo. El motor está anclado sobre unos soportes más rígidos. El equipo de suspensiones rebaja ligeramente la distancia al suelo; y está reforzado con muelles y amortiguadores más duros. El eje posterior sigue siendo de barra torsional, pero la viga es un 40% más rígida e incorpora una barra estabilizadora de 28 mm. El eje delantero monta una estabilizadora de 24 mm.
Los cambios aplicados se dejan notar mucho, empezando por unas suspensiones que se muestran firmes y rápidas en sus reacciones pero sin llegar a incomodar al conductor ni a los pasajeros. Además, la dirección es un 25% menos desmultiplicada, lo que incrementa la sensación de agilidad y la facilidad para enlazar curvas.
Por si fuese poco, los neumáticos de serie son unos estupendos Michelin Pilot Sport 4S, con un compuesto de goma especificado por y para Ford Performance. Las llantas vienen en medida de 19”, y los discos de freno son de mayor tamaño que en el resto de versiones: sus medidas de 325 mm delante y 271 mm detrás permiten como es obvio, reducir la distancia de frenada, pero además destacan por su capacidad de modulación y resistencia a la fatiga.
El selector de modos de conducción que da a elegir entre cuatro programas distintos. Cada uno de ellos afecta a la respuesta del acelerador, la curva de potencia del motor, el tacto de la dirección y el control de estabilidad. Los modos de conducción son Eco (que es novedad en un Ford Performance), Normal, Sport y Circuito. Este último reduce al mínimo el control de estabilidad, que a su vez nos da a elegir entre tres niveles de actuación: normal, sport y desactivado.
Hasta aquí, lo que viene de serie; y como opción, se ofrece el Pack Performance que, por un precio de 1.100 euros, suma a lo interior el launch control y el diferencial de deslizamiento limitado.
Si el Ford Puma “estandar” no es un SUV diseñado para salir del asfalto, el Puma ST es un coche de carretera al 100%. Su tacto es el de un turismo; el de un turismo deportivo claro está; y salvo por la mayor altura al suelo (que en el Puma ST es de 15 cm) y por su centro de gravedad elevado, no se queda muy atrás en comparación con el Fiesta ST. El utilitario de Ford es algo más radical, algo más vivo, y transmite mayores sensaciones; pero su “primo” con carrocería SUV es probablemente el mejor de su categoría por dinamismo y disfrute de conducción.
En conjunto, el Puma ST es un coche particularmente atractivo por el alto nivel de su chasis y su motor. En lo que no tiene un nivel tan alto este motor es en materia de consumos, ya que el ciclo mixto WLTP homologa unos más que aceptables 6,9 l/100 km.
La versión más atractiva de la gama, sin duda alguna
En materia de diseño exterior e interior, no merece la pena repetir todo lo que nos contó Gerard Farré en su detallado vídeo de presentación estática del Ford Puma ST. A modo de resumen, este modelo se distingue por sus elementos decorativos en color negro brillante, como son la parrilla, las entradas de aire, los retrovisores, las molduras de los estribos laterales, los marcos de las ventanillas, el techo al completo, el spoiler trasero e incluso el nombre del modelo.
El paragolpes, de diseño exclusivo, integra un labio inferior con la inscripción Ford Performance. Las llantas de 19” montan unos Michelin Pilot Sport 4 S en medidas 225/40; y unas bonitas pinzas de freno en color rojo muerden los frenos de disco sobredimensionados. Como no podía ser de otra manera, el logotipo ST se luce orgulloso en el frontal y el portón; el paragolpes trasero presenta un voluminoso difusor, y en su lado derecho sobresalen dos vistosas colas de escape.
Su habitáculo es muy parecido al que podemos encontrar en un Puma ST Line, pero los verdaderos protagonistas del puesto de conducción del ST “pata negra” son sus asientos deportivos firmados por Recaro. Están confeccionados en cuero y un tejido de microfibra con mucho agarre; sus formas envolventes sujetan muy bien el cuerpo, y su mullido es más cómodo de lo que parece.
El espacio en las plazas traseras es el mismo que en cualquier otro Puma; es decir, adecuado para dos adultos y muy justito para tres. El maletero también conserva su capacidad de 456 litros y el mismo “Megabox”; un espacio cúbico de 80 litros de capacidad, perfectamente impermeabilizado e incluso con desagüe.
El Ford Puma ST ya está a la venta en España con un precio de 34.000 euros. Incluye todo lo que habéis visto, excepción hecha del antes mencionado Pack Performance, que incluye launch control y diferencial de deslizamiento limitado. A partir de aquí, los únicos extras disponibles son cualquier color de pintura que no sea el blanco, el Paquete Tech de seguridad activa, la bola de remolque, el techo panorámico y el portón eléctrico.
algo caro si que es, 6000euros mas que el fiesta ST