Kia Sorento 1.6 TGDi HEV Emotion: SUV híbrido de 7 plazas

Kia ha lanzado una nueva generación del Sorento, su SUV más grande en el mercado europeo. Se trata de un coche de más de 4,80 metros de largo, con tres filas de asientos (7 plazas), con un equipamiento de seguridad y de confort muy completo y que ataca un segmento del mercado donde las marcas generalistas están muy presentes, con modelos similares. Kia lo ofrece tanto con motor diésel como híbrido de gasolina y desde 38.750 euros.

Se trata de la cuarta generación del Kia Sorento, un coche que nació como todoterreno y mutó hacia un SUV de gran formato y tres filas de asientos en el paso de la primera a la segunda generación. Hoy llega en dos variantes, una diésel de 200 CV y otra de gasolina híbrida, ésta que vamos a probar, de 230 CV a las que se añadirá, más adelante una variante híbrida enchufable de 265 CV. Hoy probaremos esta versión híbrida, con su etiqueta Eco, en acabado Emotion con el paquete Luxury que cuesta casi 50.000 euros con un equipamiento pletórico en la variante de dos ruedas motrices y 2.000 euros más si la que nos interesa es la versión 4x4.

El Sorento es un SUV de siete plazas que ataca un segmento de mercado que ha ocupado el espacio que dejaron los antiguos monovolúmenes grandes. Es un coche de notable tamaño y estética contundente que buscará seducir a los amantes de los coches familiares con estética SUV con la habitabilidad, la calidad de construcción y, por que no, la etiqueta eco como principales argumentos. Mide 4,81 metros de largo, 1,90 de ancho, 1,68 de alto y 2,81 de distancia entre ejes.

La citada distancia entre ejes es 3 cm mayor que en la generación precedente. Y es que este Sorento estrena una nueva plataforma global del Grupo Hyundai-Kia para modelos de tipo SUV medianos y grandes que permite, entre otras cosas, la electrificación. Visto de perfil, las proporciones cambian por esa mayor distancia entre ejes y por el hecho de que el montante delantero esté situado tres centímetros más atrás.

El Sorento exhibe la tradicional parrilla en forma de nariz de tigre, pintada en color negro brillante y con los faros de LED automáticos integrados en ella. El capó es muy plano, como en todos los SUV y en el perfil destacan las llantas de 19 pulgadas en esta versión Emotion y, sobre todo, los diferentes elementos decorativos en color plata satinado como, por ejemplo los elementos decorativos delante de la puerta, la parte superior de las manecillas, el marco de las ventanillas, las barras de techo, las protecciones inferiores y una especie de aleta de tiburón más discreta, eso sí que la del DS3.

En la parte trasera, destacan las ópticas, de pequeño tamaño y partidas, el nombre del modelo en letras mayúsculas bien visibles y un generoso alerón en el techo. Éste, en la versión Emotion, es de cristal en prácticamente toda su superficie lo que hace que tengamos un habitáculo de lo más luminoso. Y finalmente, y como curiosidad, esta versión monta estribos laterales que están incluidos en el Paquete Luxury que cuesta 3.600 euros y que incluye, además, el head-up display, en color y de proyección sobre el parabrisas, los asientos delanteros con ajuste eléctrico, ventilación además de calefacción y memoria en el del conductor, tapicería en piel Napa y estacionamiento remoto para sacarlo de un hueco en batería desde fuera del coche (esta función, no obstante, se comercializará más adelante).

El diseño interior es muy elegante. El salpicadero es lineal, con la pantalla central muy horizontal (es de 10,5 pulgadas), los mandos del climatizador debajo, en modo físico, como nos gusta, y las salidas de aireación un poco bajas para dejar hueco a la mencionada pantalla.

La instrumentación es digital y tiene tres diseños diferentes vinculados a los tres modos de conducción, Eco, Smart y Sport. Y además, tiene otro diseño que puede combinarse con una de las cosas más extrañas que hemos visto hasta ahora en un coche. Si la radio os cansa, no tenéis música en el móvil y necesitáis relajaros, el equipo de sonido Bose del Sorento ofrece unas curiosas experiencias sonoras: Así, por los altavoces puede sonar el crepitar del fuego de un hogar, los sonidos propios de un bosque, una fina y relajante lluvia, las olas del mar besando la playa o un señor dando un paseo por un pueblo nevado, por ejemplo….

En la pantalla central, compatible con Apple Car Play y Android Auto, tenemos el navegador, el teléfono, la radio y la posibilidad de regular algunas funciones del coche. También da servicio a las cámaras perimetrales. La de marcha atrás podemos verla tal cual o en formato gran angular, igual que la delantera, y también podemos ver los laterales del coche, algo muy útil al aparcar o al efectuar maniobras fuera de carretera. Y elegir, además, el color de la iluminación ambiental que se proyecta delante del acompañante y a través de las inserciones con motivos de flechas en los paneles de las puertas.

En la consola central encontramos el mando circular de la caja de cambios y los botones del volante calefactado, la ventilación y calefacción de asientos, el freno de estacionamiento y el control de descensos. Con una ruedecita pequeña podemos elegir los modos de conducción ya citados y, si la presionamos, podremos utilizar los modos de Nieve, Barro y Arena para cuando circulemos sobre esas superficies.

Los asientos son grandes, firmes y con una sujeción correcta y merecen destacarse tanto la buena cantidad de huecos para objetos (cargador inalámbrico junto a tres tomas USB, dos de ellas para carga, portabebidas y un gran cofre bajo el apoyabrazos) como el acabado. Por calidad de materiales, por ajuste, por sensación de solidez es un coche casi premium, aunque con el "problema" habitual del exceso de negro piano.

La segunda fila del Sorento es deslizante, tiene los respaldos reclinables y ofrece mucho espacio a sus usuarios. Es un coche ancho, con buena distancia al techo y, sobre todo, con mucha distancia entre filas. Además, hay salidas de aireación, conectores USB en los asientos, cortinillas parasol, un piso muy plano, que nos facilita poner los pies y… una plaza central incómoda porque el respaldo, que en realidad es un reposabrazos escamoteable, es durísimo. Y estrecho. Una lástima que en coches como este no se aproveche para situar tres asientos individuales detrás.

El Sorento de siete plazas tiene, evidentemente una tercera fila con un acceso poco accesible ya que el asiento central se aparta poco. En estas plazas no hay espacio suficiente para un adulto hasta el techo y la banqueta está muy abajo. Eso sí, si adelantamos la segunda fila el espacio para las piernas es aceptable y existen dos tomas USB: Ideales para niños con tablet.

El maletero se abre automáticamente pero ya no hace falta deslizar el pie por debajo. Ahora basta con quedarse a un metro del coche con la llave en el bolsillo. La capacidad es de 179 litros con las tres filas desplegadas. Para un par de bolsas de mano y poco más. 813 litros con la tercera fila abatida. Eso ya son palabras mayores y 1.996 con la segunda fila también abatida. Desde el maletero, se abate la tercera a mano, pero, existen unos botones para abatir los asientos de la segunda. El estor cubreequipajes puede dejarse bajo el piso y el Sorento mantiene una rueda de recambio de emergencia en el exterior del coche (bajo el piso).

El motor de gasolina es un 1.6 de 180 CV que se combina con un motor eléctrico de 60 CV. Como sucede en muchos híbridos, los dos motores no llegan a funcionar al máximo de manera conjunta así que la potencia máxima se queda 10 CV por debajo de la suma teórica y es de 230 CV en lugar de 240. La batería que alimenta el motor eléctrico está situada debajo del habitáculo, en la parte trasera y tiene una capacidad de 1,49 kwh.

En marcha. Estos coches grandes y más si son de gasolina y todavía más si son híbridos, están pensados para rodar en silencio en vías rápidas a todo confort. El Sorento no es una excepción. En autopista ofrece una sensación de refinamiento muy elevada, con una suspensión equilibrada, un filtrado perfecto de las irregularidades, un nivel sonoro muy bajo y un confort absoluto. Es un coche estable, perfecto para largas kilometradas y que tiene un nivel 2 de conducción autónoma.

Eso significa que si se acciona el botón correspondiente y nos limitamos a sostener el volante -manteniendo el contacto pero sin girarlo- el coche lee el carril y se mantiene en el centro del mismo de manera automática, girando el volante por su cuenta. Solo nos reñirá si lo soltamos. La sensación es un poco rara y uno no acaba de fiarse, pero lo cierto es que es muy efectivo. Esta funcionalidad se combina con el control de velocidad de crucero activo que adapta la velocidad a la del coche que encuentra en su mismo carril y recupera la que le habíamos marcado cuando el coche de delante desaparece.

Y además, nos ofrece la mayoría de ayudas a la conducción en dos estadios. Por ejemplo, si nos olvidamos de la conducción autónoma y ponemos solo el aviso de salida de carril, podemos elegir entre que el coche nos avise de que nos estamos saliendo o que nos avise y, además, corrija por si mismo la trayectoria. Eso también puede hacerse en el control del ángulo muerto. Podemos pedir que nos avise si viene alguien o que el volante muestre resistencia al cambio de carril si está ocupado. Y cuando ponemos el intermitente, uno de los dos indicadores principales de la instrumentación desaparece y en su lugar aparece la imagen de la cámara de ese lado para realizar las maniobras con toda seguridad.

El motor tiene un empuje interesante. La cilindrada es baja, pero es turbo y eso hace que tire bien desde abajo y que resulte elástico y el apoyo del eléctrico le da ese plus que hace que, incuso con el coche cargado, no notemos que nos falta potencia para recuperar o para hacer un adelantamiento. El cambio, eso sí, podría ser algo más rápido. Velocidad máxima: 193 km/h. Aceleración de 0 a 100 km/h. 9 segundos, aceptable para una mole de 1.922 kilos. Consumo homologado medio WLTP: 7,4 litros a los 100.

La verdad es que es híbrido y se nota. En aquellas circunstancias en que los híbridos más se aprovechan, por ejemplo, en ciudad y en autopista donde se suelen dar las condiciones para que el coche circule en modo 100% eléctrico (eso siempre lo decide él), los consumos son buenos. En ciudad está sobre los siete litros y medio y en autopista pueden llegar a rebajarse incluso. Nosotros hicimos 7,4 a 120 estables, pero a poco que la orografía sea irregular, se irá rápidamente por encima de ocho y en carretera estará incluso algo por encima, sobre todo si nos gusta conducir en modo sport.

En carretera el peso se nota y las inercias generadas también, pero dentro de unos límites razonables. No es un coche muy ágil, pero va francamente bien y sigue ofreciendo un buen confort. El Sorento anterior era, en este sentido, más barca, con una suspensión más blanda y que encajaba peor una conducción algo más decidida. Éste tiene una suspensión más firme, se nota más aplomado y tiene una dirección más precisa.

En este coche la incidencia de los modos de conducción es notoria. Entre los modos Eco y Smart hay poca diferencia, pero en el modo Sport se producen cambios notables. La suspensión sigue siendo la misma porque no tiene amortiguación activa, pero hay diferencias claras en el comportamiento del cambio y de la dirección. Esta se endurece, como es habitual, pero, además, pierde la holgura, a mi juicio excesiva, que hay en el modo Smart al iniciar el giro y eso, además de mejorar la precisión, mejora también las sensaciones del que conduce.

Por lo que respecta al cambio, que es de seis marchas de convertidor de par (no lleva el de ocho marchas de doble embrague de las versiones diésel) se ajusta muy bien al modo Sport ya que, en las desaceleraciones, en lugar de meter una marcha más, mantiene la insertada e incluso, al iniciar la frenada, pone una marcha menos ofreciendo un plus de freno motor y preparando el motor para una salida de la curva en la marcha adecuada. Y, además, siempre podemos recurrir al cambio en modo manual mediante las levas detrás del volante.

Como cualquier SUV, este Sorento y más teniendo en cuenta que esta versión tiene tracción a las cuatro ruedas, permite circular por pistas sin los apuros de rozar en los bajos que tendríamos con un turismo. Bueno, está lo de las estriberas, pero este es otro tema. Tiene, recordemos, un control de descensos para facilitar las bajadas pronunciadas que estabiliza la velocidad del vehículo, tiene una altura libre al suelo decente, aunque no llega a los 20 cm y tiene esos tres modos de conducción para barro, arena y nieve que adaptan el control de tracción para que el reparto de par entre ejes sea el más adecuado sobre ese tipo de superficies.

En pista el coche se nota más firme que el modelo anterior y, por este motivo, es menos confortable. Ya se sabe que lo que va bien en carretera no acaba de ir bien fuera de ella y viceversa. La tracción es buena, con la electrónica repartiendo bien el par, pero no es un coche para meterse en franqueos de obstáculos ya que los ángulos característicos no son brillantes, sobre todo el ventral, ya sea sin o con las famosas estriberas. Para los que no vayan a hacer pista y no vivan en zonas donde el agua y la nieve sean habituales, Kia ofrece este mismo coche por 2.000 euros menos y tracción delantera. Esa versión además de gastar más de medio litro menos pesa también casi 100 kilos menos.

Y ya que hablamos de euros, hay un Sorento diésel desde 38.750 euros en acabado Drive y uno con este mismo motor híbrido desde 40.650 euros en ese mismo acabado. El Emotion híbrido 4x4 cuesta 48.087 euros y nuestra unidad con el paquete Luxury antes mencionado vale 51.687 euros más los 500 de la única opción, este color blanco perlado, ya que el coche viene de serie con todo lo que hemos citado y podéis ver en el vídeo.

Este Sorento es, en definitiva, un magnífico vehículo familiar, grande, habitable, con mucho maletero, con tecnología híbrida, con un acabado espectacular, equipado hasta arriba, con un consumo que no resulta exagerado y a un precio que, aunque es evidente que no está al alcance de todos los bolsillos, es claramente competitivo en su segmento. Un gran coche, en todos los sentidos.